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miércoles, 6 de enero de 2010

"Me glorío de estar en medio de mi pueblo y sentir el cariño de toda esa gente" - Crónica 7 de la Visita a las Escuelas San Miguel (Chicago)

Hoy titulamos nuestra crónica por las Escuelas de San Miguel con esas palabras de Monseñor Romero. Y así es... nos ha llegado al corazón la expresión de una de las voluntarias de las escuelas que nos decía "Cuando al día siguiente se sabe que el silencio se debe a que el día pasado balearon por la cuadra... nosotros sentimos que balearon por nuestro barrio". La expresión "balear" hace referencia a los tiroteos que se suceden en algunas esquinas de las calles de los barrios en las semanas más conflictivas del año.

Hoy ha sido, de nuevo, día de escuela. A primera hora de la mañana hemos asistido a la escuela San Miguel de "Back of the Yards" para conocer en primera persona la realidad. Nos hemos encontrado un alumnado de habla hispana en su mayoría muy motivado con el trabajo y estudio. Hemos asistido a las clases de lengua, de matemáticas, de sociales, de religión... Nos hemos reunido con la dirección del centro y con Mike. Éste último nos ha preparado un momento de reunión con las madres de varios de los chicos de la escuela. La conclusión es clara: La Escuela es un Centro de Impacto (Palabras de John Johnston, antiguo superior general de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Las mamás se han logrado organizar para su "superación personal" (palabras textuales). ¡Cuánta buena noticia ha acontecido en este barrio gracias al Evangelio!.

Por la tarde hemos dado una pequeña vuelta por Chicago para realizar alguna compra. Nuestras familias asistirán con los hijos y sobrinos a la Cabalgata de Reyes (algo totalmente desconocido por aquí)... les tenemos presentes con nuestro recuerdo.

Y por la noche hemos podido cenar con un pequeño grupo de "Lasalian Volunteers" procedentes de distintos lugares de los EEUU. En la casa frente a la Escuela San Miguel de Back of the Yards viven dos hermanos de La Salle (Edmond y Alfred) junto con ellos que colaboran desinteresadamente en el funcionamiento de las Escuelas. Hemos podido "platicar" acerca de lo que nos mueve a estar comprometidos y a acercarnos a esta realidad.

Y todo gracias a la convocatoria para una cena que nos ha hecho el hermano Edmond. Edmond tiene 75 años, un necesario bastón para caminar y una seria dificultad para mantenerse erguido. Pero eso no le ha impedido preparar un magnífico pavo asado, unas estupendas patatas cocidas con un inolvidable sabor dulce, unas excepcionales judías con bechamel, una ensalada, fruta y postres). Hemos gozado reconociendo al Espíritu que mueve los corazones y con las palabras de Edmond: "Esto es maravilloso".

Y nos dirigimos a nuestros lugares de descanso con un nuevo cansancio agradecido. ¡Qué suerte tenemos de estar por aquí!

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