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sábado, 2 de enero de 2010

Historias llenas de contrastes - Crónica 3 de la Visita a las Escuelas San Miguel (Chicago)

Hoy es uno de esos días en los que la experiencia que nos ronda es la del contraste. Hemos celebrado la eucaristía en la mañana en un idioma que no es el nuestro. No hemos entendido los chistes que nos ha contado el sacerdote en su intervención pero hemos comprendido la cercanía con su comunidad, no hemos podido compartir la oración en el mismo idioma que los presentes pero sí la fe que nos hace hermanos. Tras un pequeño paseo por el centro de Chicago hemos visitado a la familia Téllez y de nuevo hemos visto cuánto contraste hay en esta ciudad tan inmensa. Hemos escuchado el miedo paralizador de la madre ante la situación de violencia en las calles de su barrio y la sensación de fortuna esperanzadora por ver crecer a sus hijos alejados de esa realidad, hemos oído cómo decidieron acercarse para rechazar educadamente una invitación a formar parte de esa escuela naciente y cómo se vieron cautivados por un proyecto educativo que aún no era más que un bebé en pañales y en el que acaban tomando parte activa... Cada historia de hoy está llena de contrastes... como la historia de esos pastores:

"Había en aquellos campos unos pastores que pasaban la noche al raso velando sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Entonces les entró un gran miedo pero el ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría que lo será también para todo el pueblo. Os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. (...) Fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño recostado en un pesebre. (...) Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les habían dicho" (Lc 2, 8-20)

El raso de Chicago ronda los -15ºC. Lo hemos comprobado en nuestras propias carnes en nuestro paseo nocturno. La sensación de frío es inaguantable, los pobres que vemos por las calles sufren lo indecible y la marginalidad roza lo inimaginable. Al tiempo los Hammer, los Cadillac y los Chevrolet pasan al lado de quienes se calientan con las luces de los apeaderos del tren. ¿Qué anuncio reciben esos pastores que iban a hacer noche al raso que les hace ponerse en camino? ¿Qué les brota del interior para acercarse a un pobre pesebre en el que no hay más que un niño en pañales? ¿Qué les hace abandonar su rebaño? ¿Qué esperan ver? ¿Qué les hace volver glorificando a Dios al ver a un "simple" niño en un sucio pesebre? ¡Qué icono tan lleno de semejantes contrastes!

Sin la aparición del ángel los pastores no se hubieran puesto en camino. Sin su firme decisión de hacer caminos que Dios les deje entrever tampoco. Hoy Marta, la mamá de la familia Téllez, tenía la casa repleta de ángeles. Pudimos superar la docena en nuestra cuenta... ¿qué hacemos tan lejos de casa? ¿cómo es que hemos emprendido un camino hasta llegar a Chicago? ¿qué esperamos ver? ... "y se volvieron a casa glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les había dicho".

De nuevo y en medio del contraste: Gracias, Señor por la vida... Gracias... Tú estás.

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