En estos días en Chicago estamos teniendo continuas invitaciones a descalzarnos porque el terreno que pisamos es terreno sagrado,lugar de Dios. Cada encuentro con las personas, cada lugar, está siendo una experiencia de profunda presencia de Dios.
Hoy no ha sido diferente a los anteriores días. Hemos comenzado muy de mañana nuestras visitas con la que hemos realizado a una de las escuelas San Miguel , la Gary Comer campus., en un barrio negor de los suburbios. Hemos rezado al comienzo del día con los profesores, como ellos hacen a diario, después hemos saludado uno a uno a los niños y niñas que iban llegando al colegio, como es costumbre también y hemos pasado la mañana allí visitando las aulas, leyendo con los niños y descubriendo la pedagogía que hay detrás del funcionamiento de las escuelas.
En la tarde, hemos visitado "Su Casa", un hogar de acogida de Catholic Worker, la organización que nació bajo la inspiración de Dorothy Day, donde viven cinco familias, en este momento 5 madres y 15 niños, más las 12 personas que trabajan allí, incluido un Hermano de La Salle. Han sido dos experiencias muy interesantes, con muchas personas comprometidas en ellas y con una profunda vida. Son respuestas preciosas a la realidad de sus barrios. En la ciudad del rascacielos más grande del mundo, conviven la ostentación y la total marginación con la mayor de las crudezas.
Hoy no ha sido diferente a los anteriores días. Hemos comenzado muy de mañana nuestras visitas con la que hemos realizado a una de las escuelas San Miguel , la Gary Comer campus., en un barrio negor de los suburbios. Hemos rezado al comienzo del día con los profesores, como ellos hacen a diario, después hemos saludado uno a uno a los niños y niñas que iban llegando al colegio, como es costumbre también y hemos pasado la mañana allí visitando las aulas, leyendo con los niños y descubriendo la pedagogía que hay detrás del funcionamiento de las escuelas.
En la tarde, hemos visitado "Su Casa", un hogar de acogida de Catholic Worker, la organización que nació bajo la inspiración de Dorothy Day, donde viven cinco familias, en este momento 5 madres y 15 niños, más las 12 personas que trabajan allí, incluido un Hermano de La Salle. Han sido dos experiencias muy interesantes, con muchas personas comprometidas en ellas y con una profunda vida. Son respuestas preciosas a la realidad de sus barrios. En la ciudad del rascacielos más grande del mundo, conviven la ostentación y la total marginación con la mayor de las crudezas.
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