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El verano es un tiempo extraordinario comunitariamente hablando. Unos y otros a lo largo de los dos meses de vacaciones escolares estaremos repartidos por esos mundos de Dios. Apoyo en Actividades pastorales, proyectos de verano en Nicaragua, viajes de trabajo a Roma, Rusia, Tunez... Formación, talleres juveniles en el Barrio, espera activa de nacimientos, acogimientos, Ejercicios Espirituales, trabajo, descanso con la familia...
Desde hace años nos gusta empezar este tiempo con una celebración llamada del Envío donde la comunidad reunida presenta al Señor aquellos lugares donde vamos a estar y le pedimos que acompañe nuestros pasos, con la confianza de saber que cada noche, quienes estemos en Valladolid, nos reuniremos a rezar sintiéndonos en comunión unos con otros.
Fue una tarde estupenda la de ese domingo de Junio en Arcas. Se unieron a la fiesta los Hermanos de Arcas, las Comunidades de Girón y Emaus, el H. Germán, Desirée y los padres de Gemma. Luego en la merienda campestre se unieron David y Marta.
La celebración, llena de Espíritu Santo, se lleno de colores y globos.
Desde hace años nos gusta empezar este tiempo con una celebración llamada del Envío donde la comunidad reunida presenta al Señor aquellos lugares donde vamos a estar y le pedimos que acompañe nuestros pasos, con la confianza de saber que cada noche, quienes estemos en Valladolid, nos reuniremos a rezar sintiéndonos en comunión unos con otros.
Fue una tarde estupenda la de ese domingo de Junio en Arcas. Se unieron a la fiesta los Hermanos de Arcas, las Comunidades de Girón y Emaus, el H. Germán, Desirée y los padres de Gemma. Luego en la merienda campestre se unieron David y Marta.
La celebración, llena de Espíritu Santo, se lleno de colores y globos.
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