Lo encontramos en el DIARIO DE BURGOS
Un incendio que arrasó en unos minutos fincas de rastrojos de cereal, otras sin cosechar, y también prendió en el borde del monte hizo temer seriamente, a primera hora de la tarde de ayer, por la integridad de la urbanización de La Yuguería y del monasterio de La Salle, en la localidad de Bugedo; cerca de Miranda. Al margen de algunas personas que sufrieron problemas respiratorios como consecuencia del humo, no hubo que lamentar ningún herido. Los especialistas comenzaron a analizar la zona donde comenzó a arder a las 15 horas, en las inmediaciones de la vía, para determinar si fueron chispas producidas por el tren las que iniciaron las llamas o si fue provocado de manera intencionada. A las 17 horas el incendio estaba ya bajo control. Para sofocarlo intervinieron medios de Burgos y La Rioja: cuatro helicópteros, dos avionetas y los bomberos de Miranda y Briviesca, además de técnicos, agentes medioambientales y cuadrillas de tierra con autobombas. Los agricultores locales también colaboraron en la realización de cortafuegos.El incendio sorprendió a muchos de los vecinos que ocupan las 31 casas de La Yuguería mientras comían en el jardín. Hubo quien se percató de lo que sucedía cuando le cayeron cenizas en el plato. El fuerte calor y la brisa que soplaba favoreció que los campos ardieran a gran velocidad según explicaron los testigos, que utilizaron las mangueras con las que riegan los jardines para detener las llamas en los setos que separan los chalés de las parcelas quemadas. Las viviendas no sufrieron ningún daño. El viento empujaba la intensa humareda hacia el pueblo y obligó a desalojar a 200 jóvenes de localidades del noroeste de España, que estaban acampados en el convento de La Salle. Abandonaron el recinto dando un rodeo para llegar hasta la plaza. Allí esperaron que pasara el peligro.«Hemos agotado el agua del riego del pozo común, así que hemos cogido de la red de las casas. Hemos estado hasta hace poco vigilando porque se reavivaba con el aire. Ha sido un susto tremendo porque veíamos el fuego dentro de las casas», explica Estela González, que reside todo el año en La Yuguería. Javier Pérez no estaba en el chalé que utiliza los fines de semana. Los vecinos saltaron la tapia para echar agua sobre los setos de chamaciparis cuando ya habían sufrido las consecuencias de las llamaradas de más de cuatro metros de altura. A las cinco de la tarde aún refrescaba la zona. En cuanto a la extensión calcinada, las primeras cifras indican que han sido unas cien hectáreas.
Y allí estaban nuestro heroe Super JPG, y nuestra valiente CAGV combatiendo al fuego y ayudando en las tareas de desalojo de toda la gente que en aquel momento se encontraban en el Monasterio... De momento no disponemos de más fotos.
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