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En VIDA NUEVA
(Marina de Miguel) “A los jóvenes les cuesta descubrir a Dios, que ya está presente en sus corazones, y a nosotros –Iglesia– nos cuesta reconocer a Dios, que ya está presente en los jóvenes”. La incomunicación es, como expresa Álvaro Chordi, director del departamento Adsis de Pastoral con Jóvenes, el principal reto que hay que superar para que las nuevas generaciones se sientan Iglesia y participen de forma activa en las celebraciones. “Esto nos debe llevar a ser más audaces y creativos, más creyentes y testigos, al estilo de los primeros cristianos y cristianas”, con lo que, según continúa, se crearía “un caldo de cultivo” para que puedan participar activamente en distintos modos celebrativos.
Ésta fue la premisa de la octava Escuela Adsis de Pastoral con Jóvenes que, celebrada entre el 12 y el 13 de septiembre, reunió en Madrid a cerca de 150 formadores de toda España con objeto de repensar los elementos y el entorno en el que se desarrollan las celebraciones. También consciente de que para ‘enganchar a la juventud’ hay que devolverles el protagonismo, el Instituto Superior de Pastoral impulsará a partir del 5 de octubre el Curso de Iniciación en Pastoral con Jóvenes 2009-2010, dirigido a dotar a quienes ya participan activamente en distintos grupos juveniles cristianos de instrumentos de análisis de su propia realidad, así como de recursos pastorales para animar sus propios grupos. En él se abordarán hasta el próximo mayo cuestiones como la pastoral con jóvenes a examen, identidad cristiana y experiencia de Dios, caminos para vivir la identidad cristiana o el perfil del animador.
Para el director del Instituto, Antonio Ávila, una de las principales preocupaciones que se puede extraer al observar de forma detallada la realidad actual es la ausencia de jóvenes en la mayoría de las iglesias. En este aspecto va más allá y sostiene que, “deseando la presencia de jóvenes en nuestras iglesias y comunidades, no creamos espacios donde ellos sean auténticos protagonistas. Me temo que pecamos de dirigismo y paternalismo”.
(Marina de Miguel) “A los jóvenes les cuesta descubrir a Dios, que ya está presente en sus corazones, y a nosotros –Iglesia– nos cuesta reconocer a Dios, que ya está presente en los jóvenes”. La incomunicación es, como expresa Álvaro Chordi, director del departamento Adsis de Pastoral con Jóvenes, el principal reto que hay que superar para que las nuevas generaciones se sientan Iglesia y participen de forma activa en las celebraciones. “Esto nos debe llevar a ser más audaces y creativos, más creyentes y testigos, al estilo de los primeros cristianos y cristianas”, con lo que, según continúa, se crearía “un caldo de cultivo” para que puedan participar activamente en distintos modos celebrativos.
Ésta fue la premisa de la octava Escuela Adsis de Pastoral con Jóvenes que, celebrada entre el 12 y el 13 de septiembre, reunió en Madrid a cerca de 150 formadores de toda España con objeto de repensar los elementos y el entorno en el que se desarrollan las celebraciones. También consciente de que para ‘enganchar a la juventud’ hay que devolverles el protagonismo, el Instituto Superior de Pastoral impulsará a partir del 5 de octubre el Curso de Iniciación en Pastoral con Jóvenes 2009-2010, dirigido a dotar a quienes ya participan activamente en distintos grupos juveniles cristianos de instrumentos de análisis de su propia realidad, así como de recursos pastorales para animar sus propios grupos. En él se abordarán hasta el próximo mayo cuestiones como la pastoral con jóvenes a examen, identidad cristiana y experiencia de Dios, caminos para vivir la identidad cristiana o el perfil del animador.
Para el director del Instituto, Antonio Ávila, una de las principales preocupaciones que se puede extraer al observar de forma detallada la realidad actual es la ausencia de jóvenes en la mayoría de las iglesias. En este aspecto va más allá y sostiene que, “deseando la presencia de jóvenes en nuestras iglesias y comunidades, no creamos espacios donde ellos sean auténticos protagonistas. Me temo que pecamos de dirigismo y paternalismo”.
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