"Ahora yo sólo necesito el rosario para rezar, un "cachavo" por si acaso, y una sierra para entretenerme". Así compartía el Hermano Ambrosio al Hermano Jesús hace apenas una semana en unos Ejercicios Espirituales.
Ayer su maltrecho corazón, tan dado a dar afecto a cuantos le hemos tratado, decidió que era tiempo de hacer parada y partir al Padre. Seguro que el Buen Dios ya ha organizado un taller de marquetería con un maestro de excepción. Ambrosio, bastón seguro que no te hace falta allí.
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