Eran las cinco de la tarde del último domingo de primavera. Sol de verano y jornada de fiesta para Shemá. Convocados para acompañar a David Saura en su gesto público de permanencia en la Comunidad, para expresar en público que desea vivir el evangelio de Jesús en comunidad, respondiendo a la llamada del Señor a educar, acompañar, acoger y querer a los niños y jóvenes, especialmente a los más pobres.
Con la presencia como testigos de decenas de lasalianos y lasalianas (éramos casi cien personas contando a niños y bebés) Saura expresó su vocación lasaliana y ratificó su ser y estar asociado hermanos y seglares a lo largo y ancho del Instituto. En sus propias palabras “no es un gesto de valentía o de permanencia por propias fuerzas sino un gesto de honda gratitud por lo vivido y por lo recorrido y siente este momento como fundante en su vida."
Desde aquí, alegres por lo que supone de interpelación la opción dada, agradecemos en nombre de Saura y todo Shemá el cariño de tantos amigos y amigas que de mil maneras nos han felicitado en estos días. A todos y a todas ¡Gracias!
